¿Reforma o rehabilitación? Estos conceptos son usados muchas veces como sinónimos, si bien existen diferencias. Las obras de rehabilitación son aquellas que se realizan sobre un edificio ya existente con el objetivo de mejorar sus condiciones de habitabilidad, seguridad, confortabilidad y eficiencia energética. Es decir, no se trata de cambiar el suelo o de pintar las paredes, sino que es algo que va mucho más allá.
En Grupo alForo, empresa multidisciplinar formada por expertos en diferentes ámbitos, llevamos más de 25 años realizando rehabilitaciones de edificios y de viviendas en Santiago, A Coruña y Pontevedra. En este artículo analizaremos los distintos tipos de obras de rehabilitación que existen, así como sus principales beneficios. ¡Vamos allá!
Rehabilitación o no rehabilitación: esa es la cuestión
El Código Técnico de la Edificación (CTE) define las obras de rehabilitación como aquellas que tienen por objetivo alcanzar uno o varios de los siguientes resultados:
- Adecuación estructural del inmueble.
- Adecuación funcional del inmueble.
- Mejora de la eficiencia energética del inmueble.
En cuanto a la adecuación estructural, las obras de rehabilitación pueden consistir en la reparación o sustitución de elementos estructurales que se encuentren en mal estado, como vigas o pilares deteriorados, para reforzar las estructuras y aumentar su resistencia.
La adecuación funcional, por su parte, tiene como objetivo mejorar la distribución o el uso de la vivienda o edificio. Por ejemplo, se pueden derribar tabiques para crear espacios más abiertos, instalar nuevas instalaciones de fontanería, etcétera.
Por último, las obras de mejora de la eficiencia energética buscan reducir el consumo de energía del inmueble. Esto se consigue con ventanas de doble acristalamiento, sustitución de la cubierta, impermeabilización de la fachada o nuevos sistemas de aislamiento.
Tipos de obras de rehabilitación
Dentro de las de rehabilitación, podemos distinguir entre las siguientes:
- Obras de rehabilitación integral. Son aquellas que afectan a todo el inmueble, desde la estructura hasta las instalaciones.
- Obras de rehabilitación parcial. Son aquellas que afectan solo a una parte del inmueble, por ejemplo, a una vivienda o a una fachada.
- Obras de rehabilitación energética. Son aquellas que tienen como objetivo mejorar la eficiencia energética del inmueble.
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